Las contraculturas juveniles organizadas en la segunda mitad del siglo XX con frecuencia son percibidas con nostalgia 0 con desprecio. Sea que se quiera ver a estos grupos como indicadores del comienzo de una nueva conciencia hist6rica 0 como una salida necesaria para la inquietud y la rabia de sectores de la juventud de clase media urbana, 10 que en su momenta parecia ser una fuerte promesa se disolvi6 nipidamente durante la decada de los ochenta, quedando en la memoria cultural como nostalgia 0 desilusi6n.